domingo, 22 de enero de 2012

Breve acercamiento a la cocina coreana, el Bulgogi.

Hace tanto tiempo que no escribo, que prácticamente me enfrento a los miedos de la primera vez... que escribí. Sin embargo, la ocasión lo merece. 

Como he mencionado alguna vez, estoy viviendo en Austria junto a muchos alumnos Erasmus. La imagen que se tiene desde fuera, de lo que es una beca de este tipo, es de una fiesta constante, una bacanal sin fin de libertinaje y alcohol... y no se equivocan en el caso de muchos. Sin embargo, ésta es ya mi segunda experiencia de este tipo y puedo discrepar. Sin duda se sale, se bebe y se "conoce" a gente, pero cuando uno vuelve a casa, no es eso lo que se echa de menos... Una de las cosas que más añoré de mi primera etapa, y que volverá a ocurrirme en unos tres meses, es el placer de, llegada la hora de comer/cenar, estar a una llamada de distancia de cenar con los amigos... De estos amigos "austriacos", una resulta ser coreana... del sur! ¡Que no se me asusten los señores del FBI que estén monitorizando esto! (Aprovecho también para subrayar que NUNCA usé Megaupload en mi vida, jamás!!!)

Pero volvamos al inocente tema de la cocina, que no incluye la SOPA. Decidimos que, de preparar un plato de su gastronomía, tan desconocida para mí, lo suyo sería un plato típico y me recomendó el bulgogi. La traducción es algo como "fuego-carne" (bul: fuego, gogi: carne) y básicamente se trata de un plato de ternera, cortada muy fina, marinada con vegetales, sake, salsa de soja y aceite de sesamo. 

Para preparar el plato, sólo harán falta los siguientes ingredientes, pero ninguna aptitud especial entre fogones:

- 500g de ternera cortada muy fina
- Una cebolla
- 3-4 zanahorias 
- 1-2 puerros
- 4 dientes de ajo
- Azúcar, 2 cucharadas 
- Salsa de soja, 5 cucharadas
- Aceite de sésamo, 2 cucharadas
- Sake, 2 cucharadas (supongo que se puede remplazar por algún otro licor seco y fuerte graduación)
- Pimienta

Como acompañamiento:

- Arroz redondo
- Agua

Aunque me encanta cocinar y, en ocasiones, disfrute metiéndome en mayores berenjenales y recetas más complejas,  también se agradecen recetas como ésta, de tres simples pasitos.

En primer lugar, cortamos todos los vegetales en finas tiras, la ternera en cintas un poco más anchas y machacamos el ajo (sin olvidar quitar el germen). A continuación, en un bol ponemos el azúcar, la salsa de soja, el aceite de sésamo, el sake y un poco de pimienta. Mezclamos bien y añadimos los ingredientes cortados. 


El conjunto lo mezclamos concienzudamente (como pequeña aportación habitual a los de la LOGSE, "concienzudamente"significa "a conciencia", es decir "mucho"). A continuación lo metemos en la nevera durante un par de horas para que se mezclen bien los sabores. Mientras, ponemos arroz en una olla con el doble de cantidad de agua (2 vasos de agua por cada vaso de arroz) y lo ponemos a fuego medio, tapado y SIN sal, hasta que se consuma todo el agua, quedando un arroz "pegajoso".

Cuando llega el momento de sacar la mezcla de la nevera, ponemos una sartén a fuego vivo sin aceite y vamos cocinando por tandas, retirándolo cuando la cebolla está transparente y ya se puede comer. Éste fue el resultado, aunque al parecer debería haber quedado un poco más claro, según me dice mi amiga:




Realmente estaba mucho más bueno de lo que esperaba por lo simple que me parecía. El toque del aceite de sésamo (se le puede poner sésamo tostado por encima, si se desea), con el azúcar y las verduras crujientes es un gran acompañamiento para la ternera y el arroz soso. 

Para terminar, una muestra de cómo me imagino Korea, ese maravilloso país del que sabemos demasiado poco y que espero visitar algún día... porque, al menos, su gastronomía promete!!!




PD: Como ingeniero en ciernes, y apasionado de la cocina, suelo intentar cosas y "técnicas" nuevas... La mayor de las veces, no aporta nada a la historia de la cocina, otras veces sale bien y otras, lamentablemente, son un poco fail... He aquí la última de esta categoría:




Siguiendo una idea que vi por internet, pensé que ponendo la tostadora de costado, podría tostar el pan, quedando el queso al grill, fundiéndose deliciosamente... Bien, pues no lo hagáis! A tenor del hilillo de humo de la foto, el pan queda tan cerca de la resistencia que se quema enseguida... Lo dicho, otra idea que no funciona! La dura vida del ingeniero!!! ;)

PD2: Thanks a lot to my "china", Minju Choi!

miércoles, 26 de octubre de 2011

Risotto de Calabaza con Feta y Rúcula

     Cuando decidí que este blog sería sobre "comer lejos de casa", jamás pensé que llegaría el día en que eso significaría hacerlo en Austria! Y sin embargo, por vicisitudes de la vida y la magia de las becas, me encuentro en Graz, en la región de Estiria, el "corazón verde de Austria". Este pequeño país es famoso por sus Schnitzels, el Apfelstrudel o la Sachertorte, aunque eso sea más típico de Viena (para mis queridos lectores de la LOGSE, Viena es la capital de Austria, que es un país distinto de Australia...) Aquí, 200 km al Sur, y más en estas otoñales fechas, la reina es la calabaza, la "Kürbis" (Nota: los melones, calabazas y pepinos son "cuCURBItáceos... si es que el alemán acaba por ser bastante lógico!) Se toma de mil maneras, considerándose la delicatessen por excelencia el aceite, de un intenso color negro, hecho de sus pepitas, el "Kürbiskernöl" (Kürbis=calabaza, Kern=semilla, Öl=aceite... fácil!!). Hasta ahora, nunca fui yo gran fan de "esa verdura naranja y dulzona que lleva el Cocido", sin embargo, hace poco, y en la mejor de las compañías, probé esta receta, Risotto de calabaza con Feta y Rúcula, y como siempre he querido aprender a hacer "risottos", eran dos pájaros de un tiro... A ver cómo sale!




     El risotto, como concepto, es un arroz muy meloso, con una ingente cantidad de mantequilla y parmesano que lo hace tan consistente como esquisito. Para la receta necesitaremos:




  • 300g de Calabaza pelada (la variedad que elegí yo se supone que es la idónea para estos casos)
  • 400g de Arroz 
  • 1 litro de Caldo vegetal
  • 1 Cebolla 
  • 50 g de Mantequilla
  • 100g de Parmigiano Reggiano
  • Medio vasito de Vino (la receta original decía blanco, pero a mí el tinto me parece más otoñal y creo que le puede ir mejor)
  • Rúcula fresca
  • Pimienta y Romero
  • Queso Feta (opcional)


     A aquellas personas, que las hay aunque yo no logre comprenderlas, que "no tienen paciencia" o exclaman "cocinar es muy difícil, es que yo no sé!" les animo a que hagan esta receta. No se tarda nada y las capacidades psicomotrices necesarias son las básicas para sobrevivir en el día a día, pero el resultado es de tres tenedores lo menos!! 

     Para empezar se pica fina la cebolla (aquí os explica cómo, nada menos que Mr. Jamie Oliver) y se dora a fuego lento en abundante aceite en una olla, con pimienta y romero. Mientras, pelamos y cortamos la calabaza en dados de menos de un centímetro de lado, que añadiremos al fuego cuando la cebolla esté transparente... Al cabo de un momento, la calabaza se ablandará, entonces añadiremos el arroz y moveremos sin cesar, porque (como es casi 100% almidón) se puede quemar y/o pegarse muy rápido... (En este punto quisiera decir algo. Si alguien que lea esto piensa en escribir recetas, le animo a ello... Pero no hagáis como en la receta en que me basé yo, donde se decía "a continuación añadimos la calabaza y el arroz." que es lo que hice... aunque después ponía "pero aseguraos de que la calabaza está blanda antes de añadir el arroz!" Genial...). Si queremos que el plato tenga más color a calabaza, este sería un buen momento para, antes de añadir el arroz, retirar la mitad de la calabaza y pasarla por la batidora para devolver después a la olla.

     Llegado este momento añadimos todo el vino y un poco de caldo... El "secreto" del risotto es ir añadiendo cazos de caldo poco a poco, a medida que el arroz va chupándolo. Nos llevará unos 20 minutos que todo el caldo se consuma, aun así, conviene probar el arroz para ver cuando está "casi" hecho. El arroz está "casi" cuando en el centro está compacto pero no duro. En ese momento, añadimos la mantequilla en dados y el parmesano removiendo muy bien hasta que se disuelvan, dejamos reposar un par de minutos y servimos. Para culminar a lo grande, basta con unas hojas de rúcula fresca y lavada por encima. Si se quiere, se puede picar un poco de Feta y añadirlo también junto a la rúcula, no hará si no mejorar el plato... (es una propiedad cientificamente demostrada que tietane el Feta, que mejora cualquier plato!!!).

Un último consejo, los platos de cocina italiana saldrán mucho mejor si se escucha al "Único grande Franco" de fondo... con todos ustedes el gran Franco Battiato y su baile "al caso":





    

domingo, 21 de agosto de 2011

"Le" Big Big Mac

Hace unos días este post me pareció un gordo gran desafío que, sin duda, tendría gracia repetir. La casualidad ha querido que una amiga mía, a la que llamamos cariñosamente "Mac", celebrara este pasado fin de semana su cumpleaños y cada uno tuviésemos que llevar algo de comer. Por lo tanto, y después de barajar muchas variantes de recetas, decidí imitar la hamburguesa más famosa del mundo, la Big Mac, pero en una versión XXXL, la BIG BIG MAC!!! El slogan clásico reza así "Two all beef patties, special sauce, lettuce, cheese, pickles, onions on a sesame seed bun" (Para los de la LOGSE, "Dos hamburguesas de puro vacuno, salsa especial, lechuga, queso, pepinillos, cebolla en un panecillo con semillas de sésamo"). De ahí, lo único complicado de imitar (empiezo a sentirme un poco chino con todo esto...) era la salsa especial, pero navegando un poco por páginas de referencia culinaria, como forocoches.com, aprendí que Calvé tiene un producto, "la salsa Burguer" (tela de currado el nombre...) a la que sólo falta añadir pepinillos picados muy finos. Por lo tanto, si alguien se quiere preparar este piscolabis en un momento de hambre, necesitará:




- 1 kg de Carne de Vacuno 100%
- 3 Pizzas de masa esponjosa (sólo encontré de la marca "La Cocinera")
- Salsa Calvé Burguer
- Queso en lonchas
- Lechuga Iceberg
- Pan rallado
- 3 huevos batidos
- Pepinillos
- Cebolla
- Sésamo

Empezando por la "patty", la masa de hamburguesa, juntamos en un bol grande la carne, 1 taza de pan rallado, los huevos batidos (dejemos un poco sin usar para pintar luego el "panecillo" superior), una cucharada de sal y otra de pimienta. Ahora sólo queda mancharse las manos y mezclarlo todo bien hasta obtener una masa homogénea, algo como esto:


A continuación, ponemos una lámina de papel de horno cubriendo la tabla, partimos la bola por la mitad y empezamos a aplanarla con la mano. Para que quede como en la "hamburguesería" lo mejor es hacer las cosas como ellos, y eso significa dejarla muy muy fina. Para saber qué tamaño darle, yo usé una de las pizzas como molde y corté alrededor. Ahora la forramos con otra lámina de papel de horno, la metemos al congelador y repetimos con la otra mitad. (Nota, después de cortar al tamaño adecuado, sobraba bastante mezcla, así que con 800g de carne igual es suficiente...). 

Pasemos al "bun", el panecillo. De primeras quise hacer yo las pizzas, pero nunca se me han dado bien las masas, siempre me parece algo casi de brujería, con esas levaduras "mágicas" que hay que dejar actuar, añadir a cierta temperatura, inviable...  Por eso tuve que buscar pizzas precocinadas de tipo pan, de las esponjosas. Para poder usarlas como panecillo hay que quitar lo que lleva por encima, y para ello, la mejor forma es cuando están congeladas completamente, porque así hasta la salsa de tomate saldrá en un solo bloque. Limpiamos los restos con una servilleta y dejamos que se vayan descongelando. Con lo que sobró del huevo, pintamos la parte de arriba de uno de los panecillos y le ponemos bastante sésamo.

Por otro lado, iremos preparando el resto de componentes de la hamburguesa. Para la "salsa especial", que en realidad sólo es salsa "Mil Islas", vaciamos en un bol el bote de Calvé y le añadimos pepinillos bien picados. Yo le puse al final un poco de mayonesa porque el resultado sabía demasiado intenso por culpa de los pepinillos en vinagre. Además, un par de pepinillos los cortamos en rodajas, picamos bien la cebolla y cortamos fina la lechuga.

A la hora de preparar la hamburguesa propiamente dicha, hacemos las pizzas en el horno unos minutos. Las hamburguesas las ponemos en una sartén, sin aceite y sin descongelar primero, que es como se hace en le McDonalds. Para darles la vuelta, lo mejor es usar un par de platos, más o menos como con la tortilla de patatas. A la hora del "emplatado" el orden de los ingredientes es muy específico, a saber:

Pan superior (con sésamo)
Hamburguesa
Rodajas de pepinillo
Lechuga
Cebolla picada
Salsa especial
Pan intermedio
Hamburguesa
Queso
Lechuga
Cebolla picada
Salsa especial
Pan inferior

El resultado, impresionante, será algo como esto:



La pena es no haber tenido una Big Mac a mano para comparar tamaños, pero para que os hagais una idea, serán unos 20cm de diámetro. En cuanto al sabor, a tenor de los que la disfrutaron, era clavado!!! Si os estáis preguntando cómo hicimos para comérnosla, mi amigo Terry hizo alarde de enormes aptitudes en el corte de tartas de boda y nos fue dando a cada uno unas porciones sin desmontar el todo.


Para despedir este post, os dejo el vídeo de la escena de Pulp Fiction en que John Travolta y Samuel L. Jackson van en el coche conversando sobre "las pequeñas diferencias" entre Europa y los EEUU, entre ellas "Le Big Mac":




Nota: En la escena hablan de que usamos el sistema métrico, pues ya podían adoptarlo, que es poco serio a estas alturas andar con onzas líquidas, libras, cuartos de taza y medias cucharas!!