miércoles, 26 de octubre de 2011

Risotto de Calabaza con Feta y Rúcula

     Cuando decidí que este blog sería sobre "comer lejos de casa", jamás pensé que llegaría el día en que eso significaría hacerlo en Austria! Y sin embargo, por vicisitudes de la vida y la magia de las becas, me encuentro en Graz, en la región de Estiria, el "corazón verde de Austria". Este pequeño país es famoso por sus Schnitzels, el Apfelstrudel o la Sachertorte, aunque eso sea más típico de Viena (para mis queridos lectores de la LOGSE, Viena es la capital de Austria, que es un país distinto de Australia...) Aquí, 200 km al Sur, y más en estas otoñales fechas, la reina es la calabaza, la "Kürbis" (Nota: los melones, calabazas y pepinos son "cuCURBItáceos... si es que el alemán acaba por ser bastante lógico!) Se toma de mil maneras, considerándose la delicatessen por excelencia el aceite, de un intenso color negro, hecho de sus pepitas, el "Kürbiskernöl" (Kürbis=calabaza, Kern=semilla, Öl=aceite... fácil!!). Hasta ahora, nunca fui yo gran fan de "esa verdura naranja y dulzona que lleva el Cocido", sin embargo, hace poco, y en la mejor de las compañías, probé esta receta, Risotto de calabaza con Feta y Rúcula, y como siempre he querido aprender a hacer "risottos", eran dos pájaros de un tiro... A ver cómo sale!




     El risotto, como concepto, es un arroz muy meloso, con una ingente cantidad de mantequilla y parmesano que lo hace tan consistente como esquisito. Para la receta necesitaremos:




  • 300g de Calabaza pelada (la variedad que elegí yo se supone que es la idónea para estos casos)
  • 400g de Arroz 
  • 1 litro de Caldo vegetal
  • 1 Cebolla 
  • 50 g de Mantequilla
  • 100g de Parmigiano Reggiano
  • Medio vasito de Vino (la receta original decía blanco, pero a mí el tinto me parece más otoñal y creo que le puede ir mejor)
  • Rúcula fresca
  • Pimienta y Romero
  • Queso Feta (opcional)


     A aquellas personas, que las hay aunque yo no logre comprenderlas, que "no tienen paciencia" o exclaman "cocinar es muy difícil, es que yo no sé!" les animo a que hagan esta receta. No se tarda nada y las capacidades psicomotrices necesarias son las básicas para sobrevivir en el día a día, pero el resultado es de tres tenedores lo menos!! 

     Para empezar se pica fina la cebolla (aquí os explica cómo, nada menos que Mr. Jamie Oliver) y se dora a fuego lento en abundante aceite en una olla, con pimienta y romero. Mientras, pelamos y cortamos la calabaza en dados de menos de un centímetro de lado, que añadiremos al fuego cuando la cebolla esté transparente... Al cabo de un momento, la calabaza se ablandará, entonces añadiremos el arroz y moveremos sin cesar, porque (como es casi 100% almidón) se puede quemar y/o pegarse muy rápido... (En este punto quisiera decir algo. Si alguien que lea esto piensa en escribir recetas, le animo a ello... Pero no hagáis como en la receta en que me basé yo, donde se decía "a continuación añadimos la calabaza y el arroz." que es lo que hice... aunque después ponía "pero aseguraos de que la calabaza está blanda antes de añadir el arroz!" Genial...). Si queremos que el plato tenga más color a calabaza, este sería un buen momento para, antes de añadir el arroz, retirar la mitad de la calabaza y pasarla por la batidora para devolver después a la olla.

     Llegado este momento añadimos todo el vino y un poco de caldo... El "secreto" del risotto es ir añadiendo cazos de caldo poco a poco, a medida que el arroz va chupándolo. Nos llevará unos 20 minutos que todo el caldo se consuma, aun así, conviene probar el arroz para ver cuando está "casi" hecho. El arroz está "casi" cuando en el centro está compacto pero no duro. En ese momento, añadimos la mantequilla en dados y el parmesano removiendo muy bien hasta que se disuelvan, dejamos reposar un par de minutos y servimos. Para culminar a lo grande, basta con unas hojas de rúcula fresca y lavada por encima. Si se quiere, se puede picar un poco de Feta y añadirlo también junto a la rúcula, no hará si no mejorar el plato... (es una propiedad cientificamente demostrada que tietane el Feta, que mejora cualquier plato!!!).

Un último consejo, los platos de cocina italiana saldrán mucho mejor si se escucha al "Único grande Franco" de fondo... con todos ustedes el gran Franco Battiato y su baile "al caso":