jueves, 11 de agosto de 2011

Guacamole y pico de gallo... O el gran placer de lo simple.

Hace mucho, muchísimo que no escribo... Al principio fue por falta de tiempo, ya que me enfrentaba a la madre de todos los maratones en forma de época de exámenes, la posterior celebración, el verano... Sin embargo, llegó un punto en que estos motivos dejaron de tener peso. Volvía a disponer de todo el tiempo del mundo, de hecho, seguía cocinando, pero era incapaz de ponerme... Era incluso más difícil que cuando me dispues a abrir el blog en febrero... Hace poco, comprendí qué me pasaba... Había acabado con "mi" repertorio de recetas, esas recetas que en mi entorno sólo yo incorporo a los menús, me adentraba en el campo de los platos y cocinas que probablemente algún amigo mío hace mejor... Y si no, seguro ha probado mejor, como puede ser el sushi, o la cocina mexicana como en el caso de esta receta... Además, en el caso particular de la cocina sudamericana centroamericana, tengo tantos y tan buenos amigos de allí, que siento que les pueda"ofender" con mis recetas europeizadas... Así que, a todos ellos, que saben quiénes son, no veáis en esto una injuriosa osadía si no como el más humilde homenaje...


Iba a empezar la receta con un "volviendo a los fogones", sin embargo, estas dos recetas, muy unidas entre sí, tienen la virtud de que todo lo que tienen de sabrosas, intensas y embriagadoras, lo tienen de simples, por lo que no hará ni falta "aplicar calor"... 

Empezaremos por la salsa más conocida de los Estados Unidos de México, el Guacamole. Para ello necesitaremos:


- Un aguacate maduro (vital este aspecto!)
- Cilantro,
- Medio Tomate
- Limón
- Aceite
- Sal
- Comino
- Guindilla*
- Cebolla* (* opcionales)


Lo primero es vacíar el aguacate. Se podría pelar como cualquier ¿fruta? pero, luego se verá por qué, para esta receta prefiero conservar la cáscara entera. Para lograrlo, metemos una cuchara sopera entre la carne del aguacate y la piel y vamos girando... Con un poco de práctica se puede sacar toda la carne del aguacate de una vez, consiguiendo tener esto:


El hueso no está ahí por accidente. Según un amigo mío mexicano, el hueso sigue dando sabor al guacamole, por lo que yo he podido leer en internet, tiene cualidades anti-oxidantes, y evita que el aguacate se ponga negro rápidamente. A continuación sólo queda picar con ayuda de un tenedor el aguacate. Como he dicho antes, es VITAL que el aguacate esté maduro, si no tendrá la consistencia de la madera y será muy difícil, incluso con batidora hacer de ello una masa... Cuando vayáis a comprar, no os privéis, meted bien el dedo para saber si están en su punto... A continuación, simplemente se añade el cilantro bien picado, el zumo de medio limón, sal... A partir de aquí, va en gustos... A mi me gusta añadirle la pulpa de medio tomate y un par de puntas de cuchillo de comino, pero hay quien le pone cebolla picada muy fina y/o guindilla machacada... Al final el resultado es éste:


Como he dicho, dejad el hueso con el guacamole si no lo vais a tomar en el momento (porque lo vayáis a llevar en un tupper, por ejemplo ;) ). Sobra decir con qué se puede servir el guacamole, nachos, carne a la parrilla, pescado... Para mí, pega con todo, como la siguiente receta...

Como segundo acompañamiento/entrante mexicano, quiero presentaros al Pico de Gallo. Primera aclaración, el nombre no tiene nada que ver con el plato en sí, aquí vienen algunas teorías sobre el origen del nombre. Para este plato/salsa/ensalada necesitaremos:

- 2 Tomates Maduros
- 1 Cebolla Mediana
- Un Limón (lo ideal sería lima)
- Aceite
- Cilantro como si no hubiese un mañana
- Sal


La preparación no tiene secretos, simplemente se corta la cebolla y el tomate en cuadraditos muy pequeños (como para lo pudiera coger el pico de un gallo) y se juntan en un bol, se le añade sal, el zumo del limón y el cilantro bien picado. Como he comentado, sería mejor usar lima, que tiene un sabor más fresco e intenso a la vez, para remediarlo, le añadiremos un poco de la ralladura de la piel del limón. No será lo mismo, pero le dará esa fuerza de la lima... Obtendremos algo como esto:


Me encantan los colores de estos platos, los intensos verde, rojo y blanco! Si la pizza Margarita debe sus ingredientes a los colores de la bandera Transalpina (Tomate, Mozzarella, Albahaca), sin duda estas dos obras maestras de la cocina Mexicana rinden el mismo homenaje a su bandera!!!

Ah! Recordáis que guardamos las cáscaras del aguacate? Aquí el veréis por qué y es que me parece una forma fácil y muy elegante de presentar el guacamole, acompañado aquí por el pico de gallo.


Pd: Como son recetas muy de cortar, picar y machacar y dar alegres saltos por la cocina os recomiendo esta canción, que es la que estaba escuchando yo: 





"... Somos partidarios de los principios y no de los hombres!" (Emiliano Zapata, Líder de la revolución Mexicana)

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